Milan e Inter comenzaron la temporada con ideas, proyectos y equipos bastante diferentes respecto a la pasada campaña. Los rossoneri cambiaron más y, en definitiva, perdieron más con el mercado, que en cambio los nerazzurri manejaron con inteligencia, trayendo jugadores d gran nivel como Cassano y Pereira.
El Diávolo, por su parte, le dio confianza a Allegri y, en ese sentido, le dio continuidad al trabajo hecho en las pasadas campañas, si bien el entrenador, sin estrellas del calibre de Ibrahimovic y Thiago Silva, tuvo que cambiar mucho en su filosofía de juego. El Serpiente, en cambio, apostó en un entrenador joven e inexperto, pero que promete poder ser una de las grandes sorpresas de fútbol italiano.
Por ahora, los resultados le están dando razón a Inter, que a pesar de haber tenido una serie de altos y bajos, demostró mayor solidez, regularidad y en efecto se ubica bastante más arriba en la clasificación, con 12 puntos contra los apenas 7 de sus odiados primos.
Sin embargo, también cuando Milan ganó el Scudetto la temporada había comenzado mal, porque todos los equipos de Allegri arrancan de manera horrible. En ese contexto, subrayamos más de una vez que el verdadero Diávolo debía aún verse y, en las últimas semanas, en efecto, algo se empezó a ver. El riesgo es que ese algo, decididamente insuficiente para ser protagonista en Serie A, termine por ser todo lo que tiene para dar este equipo.
En los clásicos italianos el factor de la localía es siempre muy relativo, porque en fin de cuentas los equipos comparten el estadio (Juventus es la única excepción en cuanto, desde el año pasado, es el único propietario de una cancha en Italia). En efecto, en San Siro los precedentes de la máxima categoría del Calcio entre rossoneri y nerazzurri son muy parecidos tanto con Milan en condición de local que viceversa.
Inter suma una ventaja que, curiosamente, es más amplia cuando figura como visitante, con 31 éxitos a frente de los 25 del Diávolo, con 22 igualdades totales. Los goles también le son favorables, claramente, con un 111 a 96.
Dejado de lado así el factor de la cancha, quedan dos grandes ventajas para los nerazzurri: primero, el hecho de poder contar con menor presión, porque en fin de cuentas un empate no sería un pésimo resultado para el equipo de Strmaccioni (vale la pena recordar que el técnico nerazzurro ganó 4 a 2 su único clásico), mientras que El Shaarawy y sus compañeros precisan vencer y sumar tres puntos.
Por encima, hecho aún más importante, Inter hizo una buena rotación en Europa el jueves pasado, mientras que Milan jugó prácticamente con todos su titulares, de manera que parece muy probable que llegue más cansado a este desafío, aumentando aún más la debilidad de un equipo que hasta el momento careció especialmente sobre el plano físico.
Los equipos
Difícil en creerse, la lista de indisponibles en Milan es muy cortita y Massimiliano Allegri así podrá parar los "mejores", que para esta ocasión deberían ser De Sciglio, Zapata, Bonera y Antonini para la retaguardia, De Jong y Montolivo sobre el círculo central, Nocerino, Emanuelson y El Shaarawy para la línea de tres "enganches". Adelante, bojan y Pazzini se juegan la titularidad, con el italiano favorito.
Andrea Stramaccioni se ve cada vez más convencido en jugar 3-5-2. la defensa, como de costumbre, se verá formada por Ranocchia, Samuel y Juan Jusús. Los cinco volantes casi seguramente serán Nagatomo, Zanetti, Gárgano, Guarín y Pereira, mientras que adelante veremos dos delanteros verdaderos, Cassano y Milito, sin enganches.
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